jueves, 25 de marzo de 2010

Malas prácticas de Loro Park

ARTICULO DE NUESTROS AMIGOS DE PROMAR

Malas prácticas de Loro Park


Ecologistas en Acción denuncia la mala situación del delfinario de Tenerife y la presencia de varias orcas (Orcinus orca) en cautividad, una de ellas ya ha causado un “accidente” a un cuidador causándole varios traumatismos, encontrándose estos animales en una situación en precario que no tiene nada que ver con su medio natural.

Debido a los efectos provocados por la cautividad de estos mamíferos marinos, Tillikum, un macho de orca salvaje que fue capturada en la década de los 90, provocó la muerte de una de sus cuidadoras en Canadá, y posteriormente volvió a matar otra cuidadora en las instalaciones donde se encuentra en la actualidad en el Sea World de Orlando (Estados Unidos).

Ecologistas en Acción denuncia que este tipo de instalaciones son responsables de las muertes de sus cuidadores y, responsables del sufrimiento animal de las orcas y del resto de mamíferos marinos.

Las orcas son animales nómadas y migratorios que realizan más de 400 millas para cumplir sus funciones vitales de vida, la alimentación y reproducción. Además estos mamíferos marinos, tienen unas características anatómicas y fisiológicas que requieren de espacios abiertos para su supervivencia. Su complejo sistema de biosónar, por el cuál se localizan y mantienen relaciones sociales transmiten unas frecuencias que le harían enloquecer en un recinto tan pequeño como un delfinario.

La Directiva 1999/22/CE relativa al mantenimiento de animales salvajes en parques zoológicos, dice textualmente, que los alojamientos de los animales deben estar en condiciones que persigan la satisfacción de las necesidades biológicas y de conservación de cada especie, los “delfinarios” no lo cumplen. Los delfines, en su medio natural, acostumbran a nadar hasta 40 millas al día y bucear a grandes profundidades de más de 500 metros. En los delfinarios son obligados a nadar en círculos en sus pequeños estanques o simplemente flotando.

La Ley 31/2003 sobre Conservación de la Fauna Silvestre, establece, en su artículo 3, que los zoológicos están obligados al cumplimiento de las medidas de bienestar animal, en su apartado a) establece que los animales deben estar en condiciones que permitan la satisfacción de sus necesidades biológicas y de conservación, el apartado b) establece la necesidad de proporcionar a cada una de las especies un enriquecimiento ambiental en sus instalaciones.

Existe un total de 42 orcas en cautividad en todo el mundo (8 en Japón, 1 en Sudamérica, 25 en Norteamérica, 8 en Europa -4 en España-). De esas 42, 13 han sido capturadas en el mar y 29 nacidas en cautividad, qué sentido tiene la tenencia de estos animales en cautividad? Ecologistas en Acción solicitará al Gobierno de España que no vuelva a gestionar el certificado CITES, a animales salvajes destinados a la industria de los delfinarios, pues las condiciones de vida de estos animales son fatales y, los programas de recuperación de especies son nulos.

Desde Ecologistas en Acción exigimos una acción clara del gobierno español para acabar con este negocio bárbaro y cruel. Los delfinarios no son educativos ya que, el comportamiento animal que allí es mostrado no existe y, además se hace alardía de superioridad de la especie humana cuando los estudios de etología de cetáceos muestran todo lo contrario.

Ecologistas en Acción solicita el cierre progresivo de los delfinarios, buscando la salida menos traumática para los animales capturados y, que se reproduzcan en cautividad. Por otro lado, Ecologistas en Acción recomienda al Gobierno de España que regule la industria del avistamiento de cetáceos y centros de interpretación del mar, como medida de desarrollo turístico y como medida de divulgación y conservación.

A PROPOSITO DE GASPAR - JEAN FLOCH

ARTICULO DE NUESTRO AMIGO GONZALO
A propósito de Gaspar..
Verdaderamente internet con todas sus posibilidades viene a revolucionar nuestras vidas, al igual que lo está haciendo Gaspar en las costas gallegas ahora, y antes en las bretonas. Lo digo por el hecho de poder ve las filmaciones en you tube que muestran los distintos encuentros que está teniendo con la gente, nuestra especie.

Estuve el agosto pasado en Galicia y por 3ª vez me esquivó. También es cierto que no estuve mucho tiempo y dada la movilidad que se trae, pues no es fácil encontrarle; salvo en ocasiones que decide quedarse una temporada en un lugar concreto. Cosa que hacía en la Bretaña, alternando su estancia entre dos calas que también utilizaban los pescadores, surgiendo siempre el problema con estos, nunca con los que íbamos a verle y nadar con el. Para lo cual es conveniente ver los videos que hay en youtube con las palabras “Jean-Floch” y “Brezelec”, y algunos más de cuando estaba en aquella zona.

Y es al ver los videos en Galicia cuando me decido a comentar esto, ya que las últimas informaciones que tuve de el en mi última visita a esa fantástica tierra, se asemejaban a lo que llegó a darse en Brezelec (por cierto, también conocido por Finisterre en aquellos pagos), cuya interacción con los pescadores desembocó en una animadversión hacia Gaspar fruto de sus juegos con las embarcaciones y tripulantes. Como era el caso de enredar los cabos de las barcas entre ellos, imposibilitando soltarlas desde fuera del agua, teniendo que contratar un buzo para solucionarlo, que al final terminaba cortando los cabos, pues era tal el nudo que había formado que no se podía desanudar (al menos por nosotros, ya que cuando le conocí, me hizo una demostración increíble de cómo enredar su cola con un cabo, siendo aparentemente imposible deshacer el nudo y observando a continuación como el se desenrollaba solito en un alarde de movilidad caudal). La gota que colmó el vaso fue un día cuando en uno de sus saltos hizo perder el equilibrio a una persona, que cayó al agua desde su barca, con el consiguiente susto y riesgo. Curiosamente al poco de este incidente y cuando ya era un problema conocido a nivel institucional a través del ministerio de medio ambiente, sin visos de solución a corto plazo, va Jean Floch y se recorre toda la costa desde el Finisterre bretón hasta el gallego. Y decide transformarse en Gaspar, iniciando una nueva vida, pero a la vista de los hechos, con la misma identidad. Persigue barcos con el morro pegado a las hélices, dormita en los pantalanes abarloado a alguna embarcación, rehuye o esquiva a los de su especie, busca la interacción directa con los humanos, le encanta jugar con los remos y otros utensilios de mar, etc….pero nunca había agredido directamente a nadie, ni por accidente llegó a provocar lesiones físicas, pero sí sustos y sensaciones negativas como el miedo.

Y aquí es donde quería llegar, a las emociones. Las que presentamos en ese momento de encuentro y las que despierta o genera dicha interacción, que como se ve en los videos reflejo de sus andanzas, es muy variada, pero en la mayoría de los casos de un alto y determinado grado de euforia según cada persona.

Hasta que se nos acerca y se vuelve miedo. Respeto en el mejor de los casos. Es muy elocuente el video de la persona que se le acerca en el puerto con una vara pequeña y hace como que le quiere dar instrucciones, a lo que Gaspar, muy atento al movimiento y a no sabemos que más, saca la cabeza lo justo para pegar un soplido desconcertando al de “la batuta” y dando a conocer parte de su potencial en ese potente soplido. Un mamífero (curioso, juguetón, inteligente, territorial, sexual, marino!) de más de 300 kgs., de puro músculo se podría decir, aunque tiene una considerable capa de grasa que le protege del frío, habituado a nadar en el mar, día y noche! Con una personalidad muy definida y en este caso, habituada a tratar con el hombre, sin saber hasta donde llegó su entrenamiento (siempre pensé que se había escapado de algún centro de adiestramiento), pero cuya respuesta a nuestras iniciativas es variada y sutílmente adaptada a cada caso.

Viendo el comportamiento de increíble precisión al saltar con el velero teledirigido, o su delicado tacto jugando con los niños, me induce a decir que se adapta a cada situación en función de las emociones que hay en juego. Sobre todo las suyas, a la hora de buscar la interacción social que no tiene con su especie. Y en esa interacción cabe todo tipo de situaciones, convirtiendo la experiencia en algo totalmente imprevisible dada la creatividad que les caracteriza, “aburriendose con relativa prontitud” de cualquier juego. Y al margen de las leyes de los hombres, lo que tiene que quedar muy claro es que aquí primero son las leyes del instinto natural y primario, el suyo y el nuestro, que si se ve amenazado puede desencadenar conductas de alto riesgo. Por lo que recomendaría dos cosas, descartar la imagen de animal bucólico, ideal, o de cuento de Disney; y tratarlo, observarlo, acercarse a él si es el caso, con el más absoluto de los respetos y a partir de ahí, observarse a ver que emociones emergen y se nos desvelan, tratando de conservar una calma que nos permita ver lo que está sucediendo y adecuar la respuesta en cada caso, siempre en clave de respeto por encima de la curiosidad. Creo que es un privilegio enorme contar con la presencia cercana de uno de estos seres que transmite tanta energia y tan variada. Una oportunidad única de conocerles y conocerse.

Y no puedo, dada la coincidencia en estos días, sino hacerme eco de la triste noticia llegada de USA y que quiero relacionar con Gaspar.

Respeto, la clave.

Respeto que se quiebra brutal y unilateralmente por nuestra especie cuando los capturamos en su habitat y les obligamos a hacer payasadas en jaulas de oro, con la escusa de la divulgación científica y con la clara intención de hacer dinero con su esclavitud, cuyo precio se cobró el miércoles 24 de febrero la vida de una entrenadora. A Tillikum (una orca macho de 5 toneladas y media), del Sea World de Orlando (Florida), se le ha vuelto a cruzar el cable (es su tercera víctima mortal en 26 años desde que le capturaron en Islandia) y nos recuerda que él se acuerda. Y aunque ha consentido todo este tiempo en hacer el payaso por pura supervivencia, no se olvida de sentirse libre en un momento dado y tratarnos como nosotros lo tratamos, es decir, como un muñeco de entretenimiento. De 29 entrenadores del parque, solo 12 se atrevían a “jugar” con el. Supongo que ahora alguno menos.

Si conociéramos el alcance de la inteligencia de estos seres, otro gallo nos cantaría en nuestra relación con ellos, amén de que no los trataríamos así.

Con Gaspar sucede algo semejante, salvando las distancias y con la ventaja de que el sí es libre de verdad, con lo que el estrés, la angustia y la desolación de una cárcel no existe. Pero lo que sí está presente, es su personalidad para reaccionar como le dé la gana, siempre en función de lo que se encuentre delante, y siempre con la opción de evadirse. Aunque sé que en alguna ocasión (en su etapa francesa) demostró un comportamiento posesivo no dejando salir del agua a la persona que se estaba bañando con el, con el consiguiente apuro de la misma, no alcanzó nunca dimensiones de gravedad o alarma más allá del mero susto o mal rato. Sin embargo, lo imprevisible siempre estará ahí, como un factor de riesgo muy a tener en cuenta.

jueves, 4 de marzo de 2010

miércoles, 3 de marzo de 2010

EL DELFIN CANTANDO EN RIVEIRA

EL DELFIN CANTANDO EN RIVEIRA
Desplazado u equipo de seguimiento de Jean Flog´h a la Villa de Riveira, localizamos a nuestro trepidante navegante, parado en la popa (parte de atrás) de una embarcación de salvamento cantando (chillando) según nos informaron yaba unos 20 minutos con nosotros continuo unos 30 minutos mas